La CEL, a través de sus patronales turísticas, insta al Gobierno canario a bajar la presión fiscal para favorecer la contratación laboral

17 febrero 2016

El presidente de la Confederación Empresarial de Lanzarote cree que “las circunstancias de la crisis que justificaron la subida del 5 al 7% del IGIC ya han desaparecido”. “Los récord de recaudación, muy por encima de los registrados antes de la crisis, demuestran que ya son injustificables”

La Confederación Empresarial de Lanzarote (CEL) insta al Gobierno de Canarias a bajar la presión fiscal “para favorecer la contratación laboral en unos momentos en los que la recaudación del IGIC está consiguiendo records históricos, con más de 1300 millones de euros el año pasado, que supera con creces los registros anteriores a la crisis”.

El presidente de la CEL, Juan de León, considera que “las circunstancias de la crisis que justificaron la subida del 5 al 7% del IGIC ya han desaparecido. Los récord de recaudación, muy por encima de los registrados ante la crisis, demuestran que ya son injustificables”.

El presidente de la CEL resalta que esas cifras, esos más de 1.320 millones de euros, como publicaba el periódico ABC días atrás, “implican un nuevo techo recaudatorio, y ello por segundo año consecutivo, y agrandan las diferencias respecto de los años de bonanza. En aquellos últimos años de prosperidad, la suma obtenida vía IGIC por el Ejecutivo de las Islas no llegó a 1.200 millones en ningún caso”.

Como recogía el ABC, entre 1999 y 2004, la recaudación líquida por el Impuesto General Indirecto Canario siempre fue inferior a 1.000 millones de euros; de hecho, solo en 2003 (prácticamente 919 millones) y 2004 (casi 961,7) superó los 900 millones de euros. Sería en los tres siguientes ejercicios, los de 2005, 2006 y 2007, esto es, los tres inmediatamente anteriores al estallido de la crisis (fue en octubre de 2007 cuando acaeció el crac de las hipotecas «subprime» o basura), cuando lo cobrado a los contribuyentes del Archipiélago por el IGIC sobrepasaría por vez primera los 1.000 millones: 1.018,7 millones de euros en 2005, 1.111,8 en 2006 y cerca de 1.172,3 en 2007, el año que marcaría el antes y el después de las estrecheces. En 2012, no sin polémica, el Gobierno que aún entonces presidía Paulino Rivero sacaba adelante una subida del tipo general del impuesto, que en julio de ese año pasó de ser de un 5% a ser de un 7%.

El presidente de la CEL recuerda que en Lanzarote, en el momento de aquella subida, “muchos empresarios asumieron la subida impositiva para no tener que aumentar el precio final de sus ofertas con la consiguiente reducción de beneficios” y que la reducción en el nuevo marco actual, “con unas datos turísticos positivos, facilitaría disponer de mayor margen para activar nuevas inversiones y contrataciones, a la vez que la recaudación del gobierno sería alta”.

Juan de León entiende que perpetuar medidas que se anuncian como transitorias en momentos de crisis, “es aumentar la desconfianza del empresariado en el sector público y ahondar en políticas contrarias a las necesarias para incentivar la inversión y la contratación de empleo”.

Además, el presidente de la CEL entiende que “esas cantidades de dinero recaudadas de más por el incremento del 2% y que no se explican en qué se están invirtiendo resta también inversiones en las islas porque el gobierno canario se queda con todo lo recaudado de este porcentaje y no se aplica el reparto entre cabildos y ayuntamientos que recoge la ley. Esa situación sólo puede darse en un caso de enorme excepcionalidad y de forma temporal y no puede eternizarse, por lo que debe revertirse de forma inmediata para darle prioridad a la inversión y el empleo”.

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