Las patronales hoteleras canarias advierten del “error fatal” que para el Archipiélago supondría implantar una tasa turística
20 de febrero de 2015.
Recuerdan que el 70% de los visitantes de las Islas vienen a través de turoperadores y estos ganan más dinero en otros destinos competidores con menores costes operativos
Las cuatro patronales hoteleras canarias advierten del “error fatal” que para Canarias supondría implantar una tasa turística, como ha propuesto formalmente Nueva Canarias (NC) ante el Parlamento regional. Son varias las razones por las cuales la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, Ashotel; la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT); la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Fuerteventura (AEHTF); y la Asociación Insular de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote, Asolan, se han unido para hacer un frente común contra esta iniciativa, que podría afectar a la principal actividad económica de Canarias en un momento de recuperación y necesaria creación de empleo.
En primer lugar, los turistas no tienen ninguna obligación de venir a Canarias y si lo hacen es porque el Archipiélago, aparte de sus condiciones inmejorables (clima, profesionalidad, etc.), es un destino europeo y seguro. Al respecto, las patronales recuerdan que casi un 70% de los turistas que vienen a las Islas lo hacen a través de turoperadores y estos ganan más dinero en otros destinos que en Canarias con menores costes operativos, por lo que encarecer artificialmente el paquete turístico a Canarias no va a gustar en absoluto ni a los turoperadores ni a los clientes. Pensar que esta situación de bonanza turística experimentada desde 2011 se va a mantener ‘sine die’ es desconocer lo más esencial del funcionamiento del sector turístico.
En segundo lugar, ciudades como Barcelona, París, Londres o Nueva York son en sí mismas un reclamo turístico y la gente está dispuesta a asumir unos precios de hotel elevados, tasa incluida. Sin embargo, destinos vacacionales con playas y buen tiempo hay en muchos sitios, no solo en Canarias, por lo que es importante no confundir a la opinión pública con este tipo de comparativas engañosas.
Con la excepción de Cataluña, en donde hay una tasa regional, aunque con importes diferenciados según sea Barcelona o resto de lugares, la aplicación de tasas por pernoctación se hace principalmente por ciudades y no por destinos turísticos. Así, cuentan con tasa turística, por ejemplo, Amsterdam, Berlín, París, Roma, Milán o Florencia, todas ellas ciudades con unos recursos turísticos de carácter histórico-culturales únicos y que solo en ellas pueden ser visitados y disfrutados. La aplicación de una tarifa a todo el territorio turístico de Canarias generaría importantes agravios a los destinos menos competitivos del Archipiélago.
Un factor importante para destacar es la distancia de Canarias a Europa, lo que encarece enormemente el viaje y supone un inconveniente que no padecen las citadas ciudades europeas donde se aplica una tasa turística, situadas en pleno corazón del viejo continente y a las que se puede llegar con un billete de avión muy asequible, en tren o en coche, lo que arroja márgenes muy inferiores de precios en el transporte para el turista.
En tercer lugar, las patronales turísticas consideran que no se trata de producir, por la vía de un gravamen, más ingresos procedentes del turismo, sino de gestionar mejor los que ya se generan. Así, según el informe Impactur 2013, que elabora Exceltur, el turismo recauda en Canarias 1.524 millones de euros anuales vía impuestos (un 33% del total de recaudación), frente a los apenas 17 millones que se destinan a promoción turística.
Fuerte carga impositiva
Ashotel, FEHT, AEHTF y Asolan desconfían de que otros 90 ó 100 millones de euros que puedan recaudarse al año con la aplicación de esta tasa tengan un carácter finalista, sino que irían destinados a engrosar un presupuesto cada vez menos productivo. Además, el sector ya experimentó un fortísimo incremento del 40% del IGIC (que pasó del 5% al 7%), motivo que ha obligado a los empresarios a hacer un gran esfuerzo para incrementar los ingresos que les permitan hacer frente a ese aumento impositivo y ser más competitivos.
En cuarto lugar, no resulta admisible que esta tasa se plantee como solución a los problemas generados por las malas relaciones Canarias–Estado, que se traducen en nuevos recortes para el presupuesto de Canarias 2015, y no es solución gravar con un nuevo tributo al único sector que está tirando del empleo y de la recuperación económica del Archipiélago. Mientras en todos los países se prima y fomenta la exportación, en Canarias se sigue cargando al sector de impuestos (IGIC, AIEM, IBI, energía más cara de España…).
Lo que habría que hacer es disminuir los gastos públicos superfluos de una vez. Iniciativas como ésta de NC obedecen más a un clima pre-electoral que al fruto de un riguroso análisis económico. Hasta ahora el Gobierno de Canarias ha sabido entender estos argumentos, por lo que las patronales confían en que siga siendo así y el Ejecutivo no caiga en la tentación del fácil recurso electoralista.
Por último, las patronales recuerdan lo sucedido en Baleares con la ecotasa, una iniciativa que supuso un perjuicio importante al sector y que acabó por suspenderse con motivo de los efectos nocivos para el turismo y por venderse erróneamente como un impuesto a los turistas que venían a “consumir” los recursos de las islas.